El baloncesto es, indudablemente, uno de los deportes reyes: millones de personas lo practican diariamente y, después del fútbol, es el que más aficionados tiene alrededor del mundo. En los últimos años, la actividad ha crecido tanto que incluso se ha hecho un hueco en el podio de deportes más importantes incluso en países donde no contaba con apenas seguidores.
No hay un perfil determinado para los fanáticos del baloncesto, pero sí hay un dato claro: cada vez empieza antes a causar impresión, por lo que, en los últimos años, ha aumentado el número de niños que se han animado a ejercitarse con este deporte de pelota.
Para adaptarse a las necesidades de los más pequeños nace el minibasket, una variante educativa del baloncesto que tiene como objetivo el desarrollo psicomotriz del niño, además del aprendizaje de valores y comportamientos como el trabajo en equipo, el compromiso y la tolerancia con los demás. El rango de edad abarca desde el principio de la primaria hasta, normalmente, los 11 años.
El material y los tiempos del minibasket varían según los años del niño. Es otra de las ventajas que lo caracteriza, ya que la adaptabilidad es fundamental para que los pequeños aprendan el funcionamiento de un deporte tan importante como el baloncesto de manera progresiva.
El tablero minibasket es la zona de la canasta y tiene una medida concreta. El reglamentario debe medir 1,20 metros de largo y 90 centímetros de ancho, pero se puede elegir el grosor. En Ebone Fit disponemos de medidas que van desde los 10 mm de grosor hasta los 20 mm, incluso realizados con foam para minimizar los daños.
La altura a la que se debe colocar depende de las necesidades del niño y una de sus ventajas es que se puede colocar directamente en la pared o con un poste. Antes de elegir cómo ponerlo, es necesario cerciorarse de la edad de los jugadores y de sus necesidades. Al ser un producto que puede adquirirse por separado, es posible lograr la máxima adaptabilidad posible.
Una vez que ya tengamos nuestro tablero, podemos añadirle protectores para canastas, postes y hacernos con una pelota especial para minibasket. A la hora de empezar a jugar, debemos establecer los tiempos de juego, que también, para fines educativos, pueden dividirse los 40 minutos totales del juego.
En definitiva, el minibasket es un deporte beneficioso en todos los sentidos para los niños y su utilización como complemento educativo es productivo para el aprendizaje desde edades muy tempranas. Pero no solo se limita a escuelas y centros de estudio, ¡tú también puedes practicarlo con los más pequeños! ¿A qué esperas para hacerte con el material?